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miércoles, 22 de diciembre de 2010

"Ley Sinde"

Vaya por delante que esto es mi opinión particular y que considero un pequeño triunfo de la socidedad lo que ayer ocurrió.

Y es que ayer se rechazó en el Parlamento la llamada "Ley Sinde", que ni siquiera era una Ley completa, sino parte de otra mayor. ¿Un triunfo? Si. Al menos para mi se puede ver como tal. Pero no un triunfo de la libertad de expresión, ni de nada parecido. Eso, sinceramente, son sandeces. Considero que es un triunfo, pero matizo: es un triunfo (pequeño, eso si) de la democracia, ya que lo que se ha conseguido es que no se pasen por el forro al poder judicial, que era lo que pretendían (cerrar webs por decreto). Y digo que es pequeño porque, no nos engañemos, la separación de poderes que debería garantizar la Constitución y con la que tanto se llenan la boca los políticos es una pantomima.

Acabo de ver un pequeño debate en un canal de TV en el que dos escritores exponían su punto de vista, en el que decían sentirse robados. Y no les falta razón, ojo. Argumentaban que para un escritor es el mismo trabajo escribir para una edición física que para un e-book. Y es cierto. Pero también decían que existen lobbys de editores que se aseguran ganar dinero por la distribución en internet, cuando ese trabajo es mucho menor que el de la distribución en papel, por no decir nulo (y los costes, ni digamos).

A lo que voy, que razón no les falta, pero si los jueces ya han dictaminado antes que los portales que se pretendían cerrar son legales, algo más habrá. Y también diré que creo que quienes más daño han hecho a esta ley ha sido la SGAE y sus secuaces, con sus canones abusivos que han provocado un enorme efecto rebote. Porque si una cosa está clara es que en el negocio de la propiedad intelectual hay muchos que viven del cuento y que llevan sin vender un disco y sin dar un solo concierto décadas. Y claro, la gente acaba metiendo a todos en el mismo saco.

En fin, que la piratería se nos va de las manos, pues si. Pero que hay mejores maneras de solucionarlo y que hay mucha gente con intereses... de eso no hay duda.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Nueva decepción del deporte español

Ya sé que no es de hoy la noticia, pero estos días de fin de semana no he podido actualizar, así que hablaré ahora.

Cuando está a punto de acabar un año dorado para el deporte español, con multitud de títulos en muy variadas disciplinas: Campeones del Mundo de Fútbol, Jose Antonio Hermida campeón del mundo de Mountain Bike, Nadal como número 1 de la ATP y ganando el US OPEN (el último Grand Slam que le faltaba), Alonso luchando hasta el final por el mundial, tres españoles triunfando en el mundial de motociclismo (Márquez, Elías y Lorenzo), Edurne Pasaban completando los 14 ochomiles (segunda mujer en la historia, y de la primera hay dudas), records mundiales en natación, las chicas de sincronizada, Gómez Noya campeón del mundo de triatlón en distancia olímpica, en basket también campeones del mundo... Me podría pegar horas hablando de los triunfos recientes de nuestro deporte.

Sin embargo, cómo no, otra vez vuelve a aparecer la sombra del dopaje. Y parece que en cuestión de hacer trampas y poner en peligro nuestra salud, tampoco hay quien nos gane. Hace no mucho le toco a Contador, flamante ganador del Tour de Francia. Bien es cierto que el caso todavía no se ha cerrado y que la cantidad de clembuterol era rídicula, pero desgraciademente hoy por hoy no pondría la mano en el fuego por nadie. Y eso que fue mi deporte. Y ahora, la semana pasada, la operación Galgo. Un nuevo escándalo. Esta vez el premio es para el atletismo. Y concretamente, para una de sus abanderadas, la laureada Marta Domínguez, icono de nuestros atletas en los últimos años. No se le acusa de doparse, no señor. Es más grave, puesto que se le acusa de traficar y lucrarse a costa de otros. Veremos en que acaba todo esto...

Realmente, es una pena que cosas así desmoronen el trabajo de un montón de gente. Porque una cosa es cierta: cuando la mierda explota, salpica a todos los que están cerca, incluidos los inocentes. Al final esto da mal nombre a todo el deporte. Y como no, el principal imputado es el mismo que en la Operación Puerto de hace unos años: Eufemiano Fuentes. Médico deportivo. Manda huevos.

Sólo sé que cuando se da una cosa de estas, siempre es en deportes con tirón y con aficionados, pero que mueven relativamente poco dinero: Ciclismo, atletismo, etc. También son los deportes más duros, es cierto. Pero no me creo que en otros deportes que mueven más pasta no haya tramposos. Y la bara de medir no es la misma, ni mucho menos. Mientras un ciclista no puede tomar ventolín ni darse una pomada con corticoides para un picotazo porque "pita", Raúl puede dormir en una cámara de hipoxia, cuya finalidad es aumentar el volumen de hematocrito (igual que el EPO, pero de forma "natural") y a Nadal le pueden inyectar su propia sangre en la rodilla para regenerar tejidos. Por no hablar de las infiltraciones, que está demostrado que a largo plazo producen nefastos efectos en la salud.

Cosas veredes, amigo Sancho. Cosas veredes.

jueves, 9 de diciembre de 2010

28

Se dice pronto. Veintiocho. Veintiocho años ya. Pensándolo fríamente, solo soy un día más viejo que ayer. Pero mi DNI opina que es todo un año. Y al fin y al cabo es lo que cuenta. No porque lo diga mi DNI, sino porque en definitiva es un ciclo completo que acaba y otro que comienza.

Si echo la vista atrás casi me da la risa. Cuando con catorce o quince años volvíamos de entrenar con las bicis y pasábamos por la carretera de la universidad pensando lo mayores que eran aquellos universitarios que ahora me parecerían chavalines y que en una época intermedia fuimos nosotros mismos. O las primeras juergas llegando "contentos" a casa e intentando disimular, que ahora se nos antojan borracheras tontas de adolescente. Otra cosa es que de vez en cuando no vuelva a caer alguna, aunque el cuerpo ya no está para esos trotes. En fin, muchos cambios, pero es lo suyo. A veces de hecho pienso que realmente no he cambiado tanto, sino todo lo contrario. Desde según que punto de vista pudiera parecer que no hemos hecho nada de provecho en todo este tiempo. Aunque tampoco es cuestión de exajerar.

Quizá hoy me lo haya planteado un poco más a fondo. Y es que mezclar el hacerse viejo (confío en que para bien, como el buen vino, ya que para peor hay poco margen) con un par de horas de estudio de la psicología evolutiva, da pie a plantearse que, que diantres, hemos pasado por muchas fases desde aquel 9 de diciembre de 1982. De algunas estoy orgulloso. De otras me arrepiento, aunque de todo se saca algo bueno. Y de otras no me arrepiento, pero si volviese a darse la situación no actuaría igual.

En eso consiste cumplir años. En crecer, en aprender y en evolucionar.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Un funeral como Dios manda

Tranquilos. No me ha tocado asistir a ninguno últimamente. Y no tengo intención de que así sea. Vengo a hablar de otra cosa. Más o menos.

Siempre he dicho, y mis amigos pueden dar fe de ello, que el día que me muera me gustaría que la gente se fuese a echar unos potes por ahí, a recordar y celebrar, pero de fiesta. Nada de iglesias (soy agnóstico y el funeral es por mi, no por las tradiciones) ni de discursos de alguien que nunca me conoció. Normalmente me suelo irritar bastante oyendo lo mismo de gente muy distinta, como si de un discurso navideño del Rey se tratase.

¿A qué viene todo esto? Pues muy sencillo. Ayer me llegó un video de 1989, del funeral de Graham Chapman. A lo mejor su nombre no os dice nada, pero si os digo que era miembro de los Monty Python y que además en la Vida de Brian representaba precisamente a Brian, a lo mejor os empieza a sonar. El video es el siguiente:


Pues bien. No es exactamente lo que yo querría, pero me conformaría bastante. Que uno de tus mejores amigos diga de ti las mismas cosas que diría en la mesa de un bar, con un par de cervezas, creo que es mucho mejor homenaje que los que se suelen hacer. Eso si, reconozco que las ganas no pueden ser las mismas. Y aún así, habrá que buscarle el lado positivo a la vida.

Si queréis el resto del discurso, he encontrado la siguiente página, en la que está al completo y en castellano (para leer):

viernes, 3 de diciembre de 2010

La gente se vuelve loca

Sí, es viernes. Y si, es fiesta. Y le ha dado por nevar. Con ganas, esta vez. Desde el otro lado de la ventana se ve bonito, y eso que mi casa no da a la calle por ningún lado. Todo patios interiores.

He abierto las redes sociales y, en todas, el tema central es el mismo. Todos los comentarios hablan del blanco, de la nieve o de lo bonito. Incluido yo, ahora mismo, en mi blog. Pero no quiero engañar a nadie. A mi la nieve me gusta, si. Pero en el monte. En ciudad me parece el mayor impedimento de la historia. La gente se olvida de conducir (los pocos que se atreven) y parece que no existe nada más.

Yo ahora mismo estoy más preocupado de cómo recuperar mi coche, dado que ayer salí y el se quedó en Iturrama, que de hacer un muñeco.

Por cierto, felicidades a todos los Javieres. Y a todos los navarros.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Carril bici y otras imbecilidades

Hoy me he levantado con espíritu crítico, que dirían los modernos. En otras palabras, con ganas de poner a parir a alguien, o con el pie izquierdo. Y estas oportunidades no hay que dejarlas pasar. Que luego viene el médico a decirnos que tenemos estrés, colesterol del malo y mala cara.

El tema es que por avatares de la vida que no vienen a cuento, mis desplazamientos más frecuentes son de mi casa a Iturrama (por la Vuelta del Castillo), Labrit y calles Amaya y Aoiz y frecuentes visitas a Navas de Tolosa y sobre todo Pío XII (en su primer tramo). Vamos, lo que viene siendo dar muchas vueltas. En todas esas zonas que comento existe al menos un tramo de carril bici o asimilados. La verdad es que, al margen de la de sitios para aparcar que han desaparecido, no me parece una mala idea. Si bien es verdad que aquél que lo diseñó debía tener las neuronas a jornada parcial. Hay aceras "habilitadas para bici" en las que difícilmente cabe un peatón, como para mantener en ellas una bici. Eso sin contar los obstáculos que hay que ir sorteando. Por no hablar de que Pamplona no es la ciudad idónea para andar en bici habitualmente, tanto por orografía como por climatología. Pero allá cada cual con sus catarros.

Pues bien. Si ya he dicho que el diseñador de tan maléfico invento no se estrujó demasiado las meninges, ahora les toca a los usuarios del citado carril, o al menos de la bicicleta como medio de transporte. Porque, señores, puedo comprender que por Labrit volvamos a la carretera, ya que es una acera relativamente transitada, con curva y además poco espacio vital. Aunque también recuerdo que por el lado izquierdo, en sentido de subida, transcurre otro camino algo más bajo que la calzada y que se podría usar perfectamente. Lo que no voy a soportar ni tolerar nunca es que en la Vuelta del Castillo (o todo el tramo de Camino de Santiago en general), tenga que ir con mi coche a 15Km/h porque un iluminado montado en ciclo haya dedicido que se cree demasiado importante para el carril bici, a pesar de llevar una "matrícula" amarilla en la que se lee perfectamente "BIDE GORRIA BAI!" (será que el color no le gusta...) mientras otro amable ciudadano cruza en bici por un paso de peatones sin pararse antes como dicta la ordenanza, con el riesgo que ello supone de que yo acabe en la carcel por doble homicidio "imprudente", puesto que voy montado en una máquina de matar. Y tampoco estoy dispuesto, comprenderán ustedes, a jugarme la vida al salir de un establecimiento en Sancho el Fuerte por el riesgo de atropello mortal de un alucinado jugando a las carreras, a más de 20Km/h y con las manos en los bolsillos, por una acera en la que no existe ninguna señal que permita la circulación de bicicletas, aunque la de enfrente esté repleta.

Lo que he comentado no son casos aislados, ni mucho menos. Y tampoco es consecuencia de un odio innato a los ciclistas y demás colectivos ecologistas que prefieren un medio de transporte más ecológico. Todo ello muy loable, por otro lado. De hecho yo practico ciclismo habitualmente (por ciudad lo evito, eso sí). Y tampoco es una defensa, Dios me libre, de las viejecitas con carro de la compra que hacen suyo el carril, a las que no dudo en dedicar un post para ellas solas.

Así ya es otra cosa empezar el día. Saludos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dia mundial contra el SIDA

Hoy pensaba hablar sobre Lesslie Nielsen, actor cómico conocido por "grandes" comedias como todas las acabadas en "como puedas" fallecido el pasado lunes. Sin embargo he caído en la cuenta de que hoy se celebra, si algo así es merecedor de celebración, el día mundial de la lucha contra el SIDA.

Este evento se estandarizó en 1998 por la OMS, tras anotarse que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida había tomado proporciones de pandemia. Según he leido en diversas fuentes de información, en la actualidad hay más de 41 millones de personas afectadas por el VIH. Al contrario de lo que pueda parecer (o al menos a mi no es un tema que me preocupe excesivamente a lo largo del año), en España cada año se registran 3500 nuevos casos, especialmente entre jóvenes de 15 a 25 años. Hablando de enfermedades para las que no hay cura, son cifras muy altas. Demasiado. Y eso contando con que actualmente hay una información que considero suficiente y extensa.

No voy a entrar aquí a explicar en que consiste la enferedad, aunque si diré que básicamente se produce una incapacidad del sistema inmune del organismo. Por tanto podemos decir que uno no muere de SIDA, sino de un simple catarro al que el cuerpo no es capaz de combatir. En cuanto a los grupos de mayor afección, siguen siendo el colectivo homosexual y el continente africano. Mi opinión personal es que me da igual de quien se trate, me parece igual de grave para un etíope gay que para un alemán heterosexual.

Podría abrir el debate sobre el uso del condón, que tan de moda a puesto S.S. Benedicto XVI, pero creo que tal discusión se merece un post (si no varios) exclusivo.

En definitiva, un día para acordarse de una enfermedad tan grave y para la que desgraciadamente se sigue sin encontrar cura. Por desgracia, con estas cosas suele pasar lo de casi siempre. Al día siguiente dejan de ser noticia y, por tanto, de existir. Al menos a ojos de la población en general.