Contribuyentes

lunes, 10 de octubre de 2011

PUESA EN ORDEN

Puede parecer un tema totalmente trivial, pero en realidad esconde un poquito más de miga de lo que aparenta. Resulta que este fin de semana, como todavía estoy de baja y no puedo hacer mucho alarde y me toca echar más horas de las que me gustaría en casa, aproveché para hacer una limpieza bastante a fondo de mi habitación. El resultado tras dos días de batalla es bastante bueno, al menos para mi.

Quien me conoce sabe que, por naturaleza, soy un ser absolutamente desordenado y que Diógenes se apodera de mi cuarto y de mi coche con gran facilidad. Por tanto, meterme en semejante misión implica más esfuerzo y más bolsas de basura. Pero como digo, la habitación parece otra, así que diremos que mereció la pena.

Me gustaría que este fuese el primer paso de poner un poco de orden a mi vida, en general. Esto de tener tanto tiempo libre al final hace que uno caiga en la apatía y se vaya dejando. El otro día me di cuenta de que tengo varias tareas inconclusas que se me han ido amontonando por estar más centrado en otras cosas y que ahora debo retomar y finiquitar. También en ese sentido (esta vez con ayuda) me he puesto más o menos en orden para empezar a limpiar cajones de mi cabeza.

Supongo que cuando te pones con algo así, es mejor hacerlo en todos los planos de la vida, tanto físico (habitación) como mental (tares).