Ya sé que no es de hoy la noticia, pero estos días de fin de semana no he podido actualizar, así que hablaré ahora.
Cuando está a punto de acabar un año dorado para el deporte español, con multitud de títulos en muy variadas disciplinas: Campeones del Mundo de Fútbol, Jose Antonio Hermida campeón del mundo de Mountain Bike, Nadal como número 1 de la ATP y ganando el US OPEN (el último Grand Slam que le faltaba), Alonso luchando hasta el final por el mundial, tres españoles triunfando en el mundial de motociclismo (Márquez, Elías y Lorenzo), Edurne Pasaban completando los 14 ochomiles (segunda mujer en la historia, y de la primera hay dudas), records mundiales en natación, las chicas de sincronizada, Gómez Noya campeón del mundo de triatlón en distancia olímpica, en basket también campeones del mundo... Me podría pegar horas hablando de los triunfos recientes de nuestro deporte.
Sin embargo, cómo no, otra vez vuelve a aparecer la sombra del dopaje. Y parece que en cuestión de hacer trampas y poner en peligro nuestra salud, tampoco hay quien nos gane. Hace no mucho le toco a Contador, flamante ganador del Tour de Francia. Bien es cierto que el caso todavía no se ha cerrado y que la cantidad de clembuterol era rídicula, pero desgraciademente hoy por hoy no pondría la mano en el fuego por nadie. Y eso que fue mi deporte. Y ahora, la semana pasada, la operación Galgo. Un nuevo escándalo. Esta vez el premio es para el atletismo. Y concretamente, para una de sus abanderadas, la laureada Marta Domínguez, icono de nuestros atletas en los últimos años. No se le acusa de doparse, no señor. Es más grave, puesto que se le acusa de traficar y lucrarse a costa de otros. Veremos en que acaba todo esto...
Realmente, es una pena que cosas así desmoronen el trabajo de un montón de gente. Porque una cosa es cierta: cuando la mierda explota, salpica a todos los que están cerca, incluidos los inocentes. Al final esto da mal nombre a todo el deporte. Y como no, el principal imputado es el mismo que en la Operación Puerto de hace unos años: Eufemiano Fuentes. Médico deportivo. Manda huevos.
Sólo sé que cuando se da una cosa de estas, siempre es en deportes con tirón y con aficionados, pero que mueven relativamente poco dinero: Ciclismo, atletismo, etc. También son los deportes más duros, es cierto. Pero no me creo que en otros deportes que mueven más pasta no haya tramposos. Y la bara de medir no es la misma, ni mucho menos. Mientras un ciclista no puede tomar ventolín ni darse una pomada con corticoides para un picotazo porque "pita", Raúl puede dormir en una cámara de hipoxia, cuya finalidad es aumentar el volumen de hematocrito (igual que el EPO, pero de forma "natural") y a Nadal le pueden inyectar su propia sangre en la rodilla para regenerar tejidos. Por no hablar de las infiltraciones, que está demostrado que a largo plazo producen nefastos efectos en la salud.
Cosas veredes, amigo Sancho. Cosas veredes.
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