Tranquilos. No me ha tocado asistir a ninguno últimamente. Y no tengo intención de que así sea. Vengo a hablar de otra cosa. Más o menos.
Siempre he dicho, y mis amigos pueden dar fe de ello, que el día que me muera me gustaría que la gente se fuese a echar unos potes por ahí, a recordar y celebrar, pero de fiesta. Nada de iglesias (soy agnóstico y el funeral es por mi, no por las tradiciones) ni de discursos de alguien que nunca me conoció. Normalmente me suelo irritar bastante oyendo lo mismo de gente muy distinta, como si de un discurso navideño del Rey se tratase.
¿A qué viene todo esto? Pues muy sencillo. Ayer me llegó un video de 1989, del funeral de Graham Chapman. A lo mejor su nombre no os dice nada, pero si os digo que era miembro de los Monty Python y que además en la Vida de Brian representaba precisamente a Brian, a lo mejor os empieza a sonar. El video es el siguiente:
Pues bien. No es exactamente lo que yo querría, pero me conformaría bastante. Que uno de tus mejores amigos diga de ti las mismas cosas que diría en la mesa de un bar, con un par de cervezas, creo que es mucho mejor homenaje que los que se suelen hacer. Eso si, reconozco que las ganas no pueden ser las mismas. Y aún así, habrá que buscarle el lado positivo a la vida.
Si queréis el resto del discurso, he encontrado la siguiente página, en la que está al completo y en castellano (para leer):
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