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jueves, 2 de diciembre de 2010

Carril bici y otras imbecilidades

Hoy me he levantado con espíritu crítico, que dirían los modernos. En otras palabras, con ganas de poner a parir a alguien, o con el pie izquierdo. Y estas oportunidades no hay que dejarlas pasar. Que luego viene el médico a decirnos que tenemos estrés, colesterol del malo y mala cara.

El tema es que por avatares de la vida que no vienen a cuento, mis desplazamientos más frecuentes son de mi casa a Iturrama (por la Vuelta del Castillo), Labrit y calles Amaya y Aoiz y frecuentes visitas a Navas de Tolosa y sobre todo Pío XII (en su primer tramo). Vamos, lo que viene siendo dar muchas vueltas. En todas esas zonas que comento existe al menos un tramo de carril bici o asimilados. La verdad es que, al margen de la de sitios para aparcar que han desaparecido, no me parece una mala idea. Si bien es verdad que aquél que lo diseñó debía tener las neuronas a jornada parcial. Hay aceras "habilitadas para bici" en las que difícilmente cabe un peatón, como para mantener en ellas una bici. Eso sin contar los obstáculos que hay que ir sorteando. Por no hablar de que Pamplona no es la ciudad idónea para andar en bici habitualmente, tanto por orografía como por climatología. Pero allá cada cual con sus catarros.

Pues bien. Si ya he dicho que el diseñador de tan maléfico invento no se estrujó demasiado las meninges, ahora les toca a los usuarios del citado carril, o al menos de la bicicleta como medio de transporte. Porque, señores, puedo comprender que por Labrit volvamos a la carretera, ya que es una acera relativamente transitada, con curva y además poco espacio vital. Aunque también recuerdo que por el lado izquierdo, en sentido de subida, transcurre otro camino algo más bajo que la calzada y que se podría usar perfectamente. Lo que no voy a soportar ni tolerar nunca es que en la Vuelta del Castillo (o todo el tramo de Camino de Santiago en general), tenga que ir con mi coche a 15Km/h porque un iluminado montado en ciclo haya dedicido que se cree demasiado importante para el carril bici, a pesar de llevar una "matrícula" amarilla en la que se lee perfectamente "BIDE GORRIA BAI!" (será que el color no le gusta...) mientras otro amable ciudadano cruza en bici por un paso de peatones sin pararse antes como dicta la ordenanza, con el riesgo que ello supone de que yo acabe en la carcel por doble homicidio "imprudente", puesto que voy montado en una máquina de matar. Y tampoco estoy dispuesto, comprenderán ustedes, a jugarme la vida al salir de un establecimiento en Sancho el Fuerte por el riesgo de atropello mortal de un alucinado jugando a las carreras, a más de 20Km/h y con las manos en los bolsillos, por una acera en la que no existe ninguna señal que permita la circulación de bicicletas, aunque la de enfrente esté repleta.

Lo que he comentado no son casos aislados, ni mucho menos. Y tampoco es consecuencia de un odio innato a los ciclistas y demás colectivos ecologistas que prefieren un medio de transporte más ecológico. Todo ello muy loable, por otro lado. De hecho yo practico ciclismo habitualmente (por ciudad lo evito, eso sí). Y tampoco es una defensa, Dios me libre, de las viejecitas con carro de la compra que hacen suyo el carril, a las que no dudo en dedicar un post para ellas solas.

Así ya es otra cosa empezar el día. Saludos.

3 comentarios:

ertxo dijo...

Podría escribir páginas y páginas sobre el tema y poner a parir a todo el mundo, pero sólo diré dos cosa:

¿Qué hacemos con las bicis que cruzan por un paso de peatones para luego incorporarse a la circulación? ¿Multa?¿Matar?

Si una bici va por la carretera y otra cruza por un paso de cebra, ¿quién tiene preferencia?

Uno que pasa dijo...

Plas plas plas plas (onomatopeya de aplausos, por si las dudas)

No habría papel suficiente para escribir lo tantos casos sobre el carril bici (aunque con el ordenador y soporte informático entonces si).

Y por no decir sobre los mismos ciclistas. No hay que meter todos en el mismo saco. Los hay que son carne de ciudad y los hay que son de carretera.

Si nos centramos en los que son carne de ciudad no los culpo por usar la carretera en vez los carriles. Están mal diseñados, son peligrosos y no están señalados.

No sigo que me sulfuro, pero pintar sobre la acera una linea blanca con el simbolito de una bici no hace que sea carril bici, sino un gasto de pintura.

Y sobre viejecitas, seres adorables, donde les da igual todo. Un monumento.

Yuck dijo...

"Están mal diseñados, son peligrosos y no están señalados."

No todos. Aunque por norma general si. Lo que me jode es que los que tanto lo han demandado y tanto gritan contra el coche asesino y contaminante sean los que luego no lo usan. Existe una ordenanza al respecto que pienso buscar esta misma tarde, para escribir un segundo capitulo, más informativo que estomacal.